Nos tocaba visita anual al veterinario con Viernes, el gato.
Así que aprovechamos el viernes, pedimos cita, y después de pasar un buen y largo rato tras de Viernes, engañandole un poco, logramos meterle en el transportín y así salir e ir al veterinario.
Está correcto de todo, a adelgazado un poco y ahora pesa 5 kl. exactos.
Vista, oído, corazón, piel... todo bien.
Y la vacuna anual para que todo siga correcto.
Lo que nos cuesta llevarle y luego lo bien que se porta allí, ronroneando y todo, jejejeje
Que lindoooo. El mío no ronronea nada de nada cuando se trata de ir al veterinario... me alegro de que esté bien.
ResponderEliminar:D ¡guapísimo y sano!
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