La habitación chiquitina con baño completo y casualidad pero la ventana también daba al río, en este caso al río Casaño. ¡qué agradable el sonido del agua!
Además ofrecía un patio con cocina, barbacoa, utensilios y frigorífico a disposición de los huespedes, así que el sábado nos hicimos una compra de supermercado y disfrutamos del mismo comiendo un delicioso cachopo, también nos tomamos una sidra a primera hora de la tarde allí, ya que se estaba la mar de bien. ¡todo un detalle!
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