Nos atendió e hizo la visita Aritz, uno de los pastores y dueño de la quesería.
Es un negocio pequeño, familiar y de relevo generacional. El chico nos contó muy bien un poco de historia de la zona y del pastoreo, su trabajo como pastor, nos enseñó un vídeo, la cuadra, vimos corderitos recién nacidos, también había una super vaca con muy mala leche :) gallinas (por cierto las gallinas las usan en primavera - verano, para que paseen y se coman todos los insectos y bichitos que durante el invierno salen y se reproducen en las cuadras, en verano el rebaño sale y las gallinas se ponen las botas y limpian todo)
Para terminar hicimos una cata de queso, Artzai Gazta - Idiazabal, por supuesto de la producción propia de la Queseria Albi y hay que decir ...que ¡delicioso! Y para terminar todos compramos queso para poder seguir disfrutándolo en nuestra casa ¡rico, rico!
Muy interesante y entretenida la visita, totalmente recomendable para hacer algo distinto, aprender y pasar una agradable mañana de sábado.
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