El sábado, amaneció con cielo azul y poco a poco subieron y mucho las temperaturas.
Tras un buen desayuno y una ducha nos fuimos de paseo hasta el Mirador de Ardines. Otro de nuestros clásicos mañaneros en Ribadesella. Agradable paseo por Sebreñu, por el campo hasta llegar para disfrutar de las vistas del mirador y después vuelta. Entre ida y vuelta es algo más de una hora, pero en un entorno estupendo y agradable y merece la pena, por las vistas en el mirador, el mar, los palacios, las marismas,....
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