Y ayer se cumplían 8 años, desde que papi realizó y aprobó su examen de vuelo, y con él obtuvo su licencia de piloto.
Al ser un día laborable, no pudimos hacer mucho, pero nos dimos un capricho dulce y casero para cenar ¡un bizcocho! (que hicimos a la mañana).
Y por supuesto le dimos a papi un regalo de recuerdo de este día: una taza con una foto suya rodeado de aviones y que hicimos este mismo año en nuestra visita al Museo de Aeronáutica y Astronómica.
¡Felicidades!
¡A surcar los cielos!!!!
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