El mismo sábado, tras la visita a la Ferrería, nos fuimos hasta la playa de la Arena, donde comimos de bocata y después nos pusimos en ruta, entre pasarelas de madera, arena de playa, puente, escaleras y camino asfaltado de montaña, para llegar a nuestro destino: El Mirador del Cargadero.
Mereció la pena el paseo y el esfuerzo, ya que es un camino muy agradable, en plena naturaleza, fusionada con el mar. ¡muy recomendable!
Una vez en el cargadero disfrutamos de las vistas y vimos las partes, zonas y unos paneles que recreaban en imágenes, el antiguo cargadero. Era un cargadero directo a los barcos, principalmente de minerales, aunque también hubo otras cargas. Hoy en día forma parte de los Monumentos y de la historia de la zona.
Dejo aquí fotos, que explican claramente lo bien y agradable de la ruta.
De vuelta en casa y siguiendo tradiciones de Semana Santa, hicimos torrijas para merendar-cenar y vimos una peli muy bíblica, sobre Jerusalén y que estuvo fenomenal!!! .
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