El sábado por la mañana nos fuimos de paseo por el campo, por el barrio de Sebreñu, hasta el Mirador de Ribadesella y vuelta, todo ello caminando en plena naturaleza ¡muy agradable!
Y tras día de piscina, aperitivo y comida en el Camping, por la tarde salimos de nuevo con paseo hasta la playa y luego por el pueblo. Sidras, terraceo y por supuesto deliciosa cena en el Restaurante La guía. ummm ¡qué bueno todo!
Fallo al salir, los taxis. Resulta que ya solo operan 2, pero abarcan una zona muy grande. Llegamos y no daban ni siquiera tiempo estimado y además había 10 chicas esperando delante, por lo que... decidimos regresar andando, con la linterna del móvil y es que hay un tramo que no tiene luz. Por lo demás ¡todo genial!
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