Para alojarnos en Arenas de Cabrales, elegimos y reservamos El Molino, habíamos pasado 1 noche 3 años antes, así que decidimos repetir.
Es un alojamiento sencillo, sin lujos. La habitación básica pero suficiente, con cuarto de baño privado. El servicio con calefacción incluida (ahora mismo a las noches que bajaba mucho la temperatura) y el desayuno más que suficiente, rico y agradable.
Lo mejor del alojamiento es su ubicación, al lado del pueblo pero en plena naturaleza y con el sonido del fluir del agua del rio, ¡ideal para descansar! Nota: al pueblo se va andando en 3 minutos.
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