Comenzamos nuestro paseo por la Vía Verde del río Oja, llegamos y conocimos El Bosque Suena, una zona artística en la naturaleza, donde se recogen pinturas en los árboles en recuerdo de los grupos que han tocado y sonado en las diferentes ediciones del Ezcaray Fest. ¡curioso!
Continuamos un par de kilómetros más por la vía verde, disfrutando del paisaje y el sonido del agua y los pájaros.
Vuelta caminando y subida a la Ermita de Nuestra Señora de Allende, y suerte la nuestra y sorpresa interior. Estaba la ermita abierta (estuvimos hace unos años pero estaba cerrada) así que vimos su interior y nos sorprendió, en pinturas, retablo y en general lo cuidado y limpio que se encontraba todo en el exterior y en el interior. Y además... estupendas vistas del valle. ¡un lugar ideal!
De regreso tocó bajar de la ermita y retomar la vía verde, captando energías positivas de la naturaleza.
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