El viernes fue día el día de San Blas, así que a primera hora y para no perder costumbres y tradiciones, mami salió a comprar los cordones bendecidos de San Blas, que cuidaran nuestras gargantas.
Cada uno tenemos el nuestro! ahora 9 días con el al cuello y a ¡quemar!
Nota: Luna lo tiene ya en un montón de trozos jejejej. ¡picaó!
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