Acudieron aviones, pilotos y acompañantes de diferentes lugares y provincias, y pudimos disfrutar de los aviones expuestos.
También estaban varios socios del aeroclub y compañeros de clase de papi (de cuando sacó la licencia), con los que chaló de aviones, anécdotas y de ellos mismos, dado que con algunos hacía tiempo que no se veían.
Además había refrescos, cerveza, vino,... y ¡barbacoa! nosotros fuimos con la idea de que iba a ser un pintxo o así tipo aperitivo, pero al final entre morcilla, chorizo, careta, queso,... ¡comimos!.
Ah! y nos dieron un regalo, un recuerdo, que nos viene genial para llevar llaves, tarjetas, teléfono o diversas cosas colgadas al cuello para el verano :)
El día acompañaba, y todo funcionó correctamente, así que estupendo sábado aéreo.
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