El mismo domingo y en compañía de la sobri, tomamos un aperitivo en la estación (la que comentábamos de la serie) y después regresamos al centro de Ezcaray, dado que había concentración de coches clásicos. Un poco... decepcionante, dado que había muy poquitos coches unos 15 y nosotros esperábamos unos 50-60 mínimo como suele ser habitual en otras concentraciones, pero bueno bien, había algunos curioso, otros más habituales y la mayoría estaban muy bien conservados y restaurados.
Después del paseillo entre coches, dimos por finalizada nuestra estancia de fin de semana en Ezcaray ¡volveremos!
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